miércoles, 12 de octubre de 2011

Zamora... Iglesia de la Magdalena





El constructor de esta iglesia, según algunos historiadores, fue Giral Fruchel, arquitecto conocido por haber llevado a cabo otras obras como la Catedral de Ávila. Diversas investigaciones han atribuido este templo tanto a los Hospitalarios como a los Templarios, aunque de cara a las crónicas de la época no está refrendado.
En cualquier caso, la construcción es seguro que se prolongó por un dilatado periodo. Las fuentes aseguran que se comenzó a levantar a comienzos del siglo XII, mas no figura su finalización hasta el año 1215.

Descripción.-
Se trata de un templo de una única nave que cuenta con una torre a los pies y con un cabecero semicircular que alberga la capilla mayor. Los muros de la Iglesia de Santa María Magdalena no son estrictamente macizos, ya que están roturados por ventanas en el cuerpo superior. Dicho hecho aporta una gran luminosidad al interior del templo. Además, éstos vanos están rematados con arcos semicirculares "escoltados" por arcos semicirculares sostenidos por columnas con decoración vegetal.

Exterior.-
La iglesia cuenta con numerosos contrafuertes. El edificio es de gran belleza debido a la iconografía que lo decora. La puerta más antigua es la meridional, cuyos adornos representan el paraíso celestial. Éste está rodeado por un arco polilobulado y cuatro arquivoltas con capiteles vegetales y figuradas.
No toda la Iglesia de Santa María Magdalena está decorada así en la actualidad, pues la parte septentrional fue modificada a lo largo de los siglos posteriores a su construcción. Esto se tradujo en una portada con cinco banquetones sin ornamentación apoyados por columnas. En cuanto a la parte occidental, hay una torre junto a una portalada con columnas de capiteles lisos y adornos de boceles.

Interior.-
El mobiliario interior es sorprendente, pues no cuenta con ningún tipo de retablo. El alzado presenta un primer cuerpo con baldaquinos, originario del siglo XII, uno segundo con altas columnas y, por último, un remate con diversos canecillos. La cubierta está hecha en madera, a excepción del cabecero. La parte del sur, cuenta, con un rosetón lobulado con una ornamentación de punta de diamante.
Destaca además el sepulcro, que por su idiosincrasia pertenece a los últimos compases del románico. Su creador es anónimo, aunque posee elementos de corte orientalizante. En cualquier caso, se trata de una dama que yace junto a relieves de animales y seres mitológicos. La talla está tratada magníficamente en cuanto a las telas y los marfiles representados, siendo considerada una pieza de importancia capital.

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