lunes, 17 de octubre de 2011

Zamora... Iglesia de Santiago del Burgo




Su planta basilical de tres naves con cabecera triple recta, tanto exterior como interiormente, encaja a la perfección dentro de la tradición zamorana.
Su exterior se nos muestra extraordinariamente robusto, articulado a base de contrafuertes y construido en sillares de gran tamaño. Desde fuera podemos contemplar la diferencia de altura en las naves así como la torre situada en el SO, que se caracteriza por la rudeza y ausencia de vanos.
De la cabecera destacaremos la reja románica que cubre el vano del ábside central.
Tres son las portadas de acceso, la de occidente cegada, que presenta arquivoltas decoradas y la portada norte, coronadas ambas por rosetones (es probable que Zamora sea la ciudad con mayor abundancia de rosetones románicos). La del lado sur, como particularidad, presenta un vano geminado del que se ha perdido el parteluz.
En su interior destaca la altura y esbeltez de la nave central, que proporciona un desnivel para la ubicación de vanos que iluminan el templo. La separación de las naves se produce gracias a pilares rectangulares a los que se le adosan las columnas sobre las que descansan los arcos fajones y formeros derivados de la cubierta de las naves (de arista en su totalidad salvo en los dos primeros tramos de la nave central que es de medio cañón).

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