Al personal no le importa que venga el otoño, tiene ganas de fiesta y se pone a ello, llenando otra vez Pamplona de cabezudos y gigantes.
La verdad es que yo pocas veces, por estas fechas, había visto tanta gente en la calle...
Al personal no le importa que venga el otoño, tiene ganas de fiesta y se pone a ello, llenando otra vez Pamplona de cabezudos y gigantes.
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