El Monte Ulía
es, junto a Urgull e Igeldo, una de las 3 atalayas que rodean las
playas de San Sebastián. ¿Qué donostiarra no ha subido a Ulía para disfrutar de
las vistas de la Playa de la Zurriola y el viejo barrio koxkero? ¿O para
disfrutar de las impresionantes vistas desde las Landas hasta Matxitxako?…
porque el Monte Ulía es el eje de muchos planes festivos de los ciudadanos de
sus alrededores.
Uno de los que cada
vez adquiere mayor presencia es la ruta de los acantilados, un sendero
balizado con botas y puntos de color amarillo por el Club Vasco de Camping que une
Donostia con Pasai San Pedro en un recorrido de 13 kilómetros apto para
todo tipo de senderista.
De Donostia a Pasaia en media jornada
Salvo en momentos como
el actual en el que las condiciones climatológicas son bastante adversas, este
recorrido se puede realizar en cualquier época del año.
De hecho, hay
variantes para los que estén menos preparados. Por ejemplo, según el propio
Club Vasco de Camping la primera parte de la ruta que nace en Sagües es algo
arriesgada por lo que los novatos pueden tomar la opción de salir desde la
Iglesia de Corazón de María.
Lo interesante es que
esta ruta, que requiere entre 3 y 6 horas de marcha efectiva no sólo nos
ofrece unas hermosas vistas del mar Cantábrico, de los acantilados, y de la
propia ciudad sino que nos descubre perspectivas diferentes de hitos
arquitectónicos como el Fuerte de Mompás o el impresionante Faro de
la Plata, justo antes de llegar a la bocana del Puerto de Pasaia. Y
eso sin olvidar el disfrute de las peñas que se utilizaban como atalayas desde
las que los balleneros donostiarras oteaban el horizonte en busca de ballenas.