
miércoles, 29 de septiembre de 2010
martes, 28 de septiembre de 2010
Fotos de Navarra...
lunes, 27 de septiembre de 2010
domingo, 26 de septiembre de 2010
Poesía de Miguel Hernández...
EL NIÑO YUNTERO
Carne de yugo, ha nacido
más humillado que bello,
con el cuello perseguido
por el yugo para el cuello.
Nace, como la herramienta,
a los golpes destinado,
de una tierra descontenta
y un insatisfecho arado.
Entre estiércol puro y vivo
de vacas, trae a la vida
un alma color de olivo
vieja ya y encallecida.
Empieza a vivir, y empieza
a morir de punta a punta
levantando la corteza
de su madre con la yunta.
Empieza a sentir, y siente
la vida como una guerra
y a dar fatigosamente
en los huesos de la tierra.
Contar sus años no sabe,
y ya sabe que el sudor
es una corona grave
de sal para el labrador.
Trabaja, y mientras trabaja
masculinamente serio,
se unge de lluvia y se alhaja
de carne de cementerio.
A fuerza de golpes, fuerte,
y a fuerza de sol, bruñido,
con una ambición de muerte
despedaza un pan reñido.
Cada nuevo día es
más raíz, menos criatura,
que escucha bajo sus pies
la voz de la sepultura.
Y como raíz se hunde
en la tierra lentamente
para que la tierra inunde
de paz y panes su frente.
Me duele este niño hambriento
como una grandiosa espina,
y su vivir ceniciento
resuelve mi alma de encina.
Lo veo arar los rastrojos,
y devorar un mendrugo,
y declarar con los ojos
que por qué es carne de yugo.
Me da su arado en el pecho,
y su vida en la garganta,
y sufro viendo el barbecho
tan grande bajo su planta.
¿Quién salvará a este chiquillo
menor que un grano de avena?
¿De dónde saldrá el martillo
verdugo de esta cadena?
Que salga del corazón
de los hombres jornaleros,
que antes de ser hombres son
y han sido niños yunteros.
Miguel Hernández, 1937
Carne de yugo, ha nacido
más humillado que bello,
con el cuello perseguido
por el yugo para el cuello.
Nace, como la herramienta,
a los golpes destinado,
de una tierra descontenta
y un insatisfecho arado.
Entre estiércol puro y vivo
de vacas, trae a la vida
un alma color de olivo
vieja ya y encallecida.
Empieza a vivir, y empieza
a morir de punta a punta
levantando la corteza
de su madre con la yunta.
Empieza a sentir, y siente
la vida como una guerra
y a dar fatigosamente
en los huesos de la tierra.
Contar sus años no sabe,
y ya sabe que el sudor
es una corona grave
de sal para el labrador.
Trabaja, y mientras trabaja
masculinamente serio,
se unge de lluvia y se alhaja
de carne de cementerio.
A fuerza de golpes, fuerte,
y a fuerza de sol, bruñido,
con una ambición de muerte
despedaza un pan reñido.
Cada nuevo día es
más raíz, menos criatura,
que escucha bajo sus pies
la voz de la sepultura.
Y como raíz se hunde
en la tierra lentamente
para que la tierra inunde
de paz y panes su frente.
Me duele este niño hambriento
como una grandiosa espina,
y su vivir ceniciento
resuelve mi alma de encina.
Lo veo arar los rastrojos,
y devorar un mendrugo,
y declarar con los ojos
que por qué es carne de yugo.
Me da su arado en el pecho,
y su vida en la garganta,
y sufro viendo el barbecho
tan grande bajo su planta.
¿Quién salvará a este chiquillo
menor que un grano de avena?
¿De dónde saldrá el martillo
verdugo de esta cadena?
Que salga del corazón
de los hombres jornaleros,
que antes de ser hombres son
y han sido niños yunteros.
Miguel Hernández, 1937
viernes, 24 de septiembre de 2010
Centenario de Miguel Hernández...
ACEITUNEROS
Andaluces de Jaén,
aceituneros altivos,
decidme en el alma: ¿quién,
quién levantó los olivos?
No los levantó la nada,
ni el dinero, ni el señor,
sino la tierra callada,
el trabajo y el sudor.
Unidos al agua pura
y a los planetas unidos,
los tres dieron la hermosura
de los troncos retorcidos.
Levántate, olivo cano,
dijeron al pie del viento.
Y el olivo alzó una mano
poderosa de cimiento.
Andaluces de Jaén,
aceituneros altivos,
decidme en el alma: ¿quién
amamantó los olivos?
Vuestra sangre, vuestra vida,
no la del explotador
que se enriqueció en la herida
generosa del sudor.
No la del terrateniente
que os sepultó en la pobreza,
que os pisoteó la frente,
que os redujo la cabeza.
Árboles que vuestro afán
consagró al centro del día
eran principio de un pan
que sólo el otro comía.
¡Cuántos siglos de aceituna,
los pies y las manos presos,
sol a sol y luna a luna,
pesan sobre vuestros huesos!
Andaluces de Jaén,
aceituneros altivos,
pregunta mi alma: ¿de quién,
de quién son estos olivos?
Jaén, levántate brava
sobre tus piedras lunares,
no vayas a ser esclava
con todos tus olivares.
Dentro de la claridad
del aceite y sus aromas,
indican tu libertad
la libertad de tus lomas.
Miguel Hernández, 1937
Andaluces de Jaén,
aceituneros altivos,
decidme en el alma: ¿quién,
quién levantó los olivos?
No los levantó la nada,
ni el dinero, ni el señor,
sino la tierra callada,
el trabajo y el sudor.
Unidos al agua pura
y a los planetas unidos,
los tres dieron la hermosura
de los troncos retorcidos.
Levántate, olivo cano,
dijeron al pie del viento.
Y el olivo alzó una mano
poderosa de cimiento.
Andaluces de Jaén,
aceituneros altivos,
decidme en el alma: ¿quién
amamantó los olivos?
Vuestra sangre, vuestra vida,
no la del explotador
que se enriqueció en la herida
generosa del sudor.
No la del terrateniente
que os sepultó en la pobreza,
que os pisoteó la frente,
que os redujo la cabeza.
Árboles que vuestro afán
consagró al centro del día
eran principio de un pan
que sólo el otro comía.
¡Cuántos siglos de aceituna,
los pies y las manos presos,
sol a sol y luna a luna,
pesan sobre vuestros huesos!
Andaluces de Jaén,
aceituneros altivos,
pregunta mi alma: ¿de quién,
de quién son estos olivos?
Jaén, levántate brava
sobre tus piedras lunares,
no vayas a ser esclava
con todos tus olivares.
Dentro de la claridad
del aceite y sus aromas,
indican tu libertad
la libertad de tus lomas.
Miguel Hernández, 1937
jueves, 23 de septiembre de 2010
miércoles, 22 de septiembre de 2010
martes, 21 de septiembre de 2010
lunes, 20 de septiembre de 2010
Fotos de Navarra...
viernes, 17 de septiembre de 2010
jueves, 16 de septiembre de 2010
lunes, 13 de septiembre de 2010
Para Jaime... parecida a la de su pueblo...
IGLESIA DE SAN PEDRO DE LA NAVE
Introducción
Nombre: Iglesia de San Pedro de la Nave
Ubicación actual: El Campillo (Zamora). Comunidad Autonoma de Castilla-León
Estilo arquitectónico: Visigóda, último tercio del siglo VII o incluso siglo VIII posterior a la invasión musulmana
La iglesia en su actual ubicación fué trasladada piedra a piedra para no quedar sumergida bajo un pantano sobre el rio Esla
Declarada en 1912 Monumento Nacional
Situada en la Comarca de Tierra del Pan
Se considera la culminación constructiva del arte visigótico
Historia
Las primeras referencias documentales del templo lo sitúan en el año 907, cuando el rey Alfonso III le dona el pueblo de Perdices. Aparece entonces con la denominación de San Pedro de Estula, por estar emplazado junto al rio Esla. Se denomina en el mismo documento Tunis al lugar en que se ubica. Contaba con una hospederia para peregrinos y era priorato dependiente del monasterio de Celanova.
Más información en: www.jdiezarnal.com/sanpedrodelanave.html
viernes, 10 de septiembre de 2010
miércoles, 8 de septiembre de 2010
Y termino con el Romancero...
Murallas de Zamora
ROMANCE XV DEL CABALLERO LEAL ZAMORANO Y DE VELLIDO DOLFOS
Sobre el muro de Zamora; vide un caballero erguido;
al real de los castellanos da con grande grito:
-¡Guarte, guarte, rey don Sancho, no digas que no te aviso,
que del cerco de Zamora un traidor había salido;
Vellido Dolfos se llama, hijo de Dolfos Vellido,
si gran traidor fue su padre, mayor traidor es el hijo;
cuatro traiciones ha hecho, y con ésta serán cinco!
Si te engaña, rey don Sancho, no digas que no te aviso.
Gritos dan en el real: ¡A don Sancho han mal herido!
¡Muerto le ha Vellido Dolfos; gran traición ha cometido!
Desque le tuviera muerto, metióse por un postigo,
por las calle de Zamora va dando voces y gritos:
-¡Tiempo era, doña Urraca, de cumplir lo prometido!
Sobre el muro de Zamora; vide un caballero erguido;
al real de los castellanos da con grande grito:
-¡Guarte, guarte, rey don Sancho, no digas que no te aviso,
que del cerco de Zamora un traidor había salido;
Vellido Dolfos se llama, hijo de Dolfos Vellido,
si gran traidor fue su padre, mayor traidor es el hijo;
cuatro traiciones ha hecho, y con ésta serán cinco!
Si te engaña, rey don Sancho, no digas que no te aviso.
Gritos dan en el real: ¡A don Sancho han mal herido!
¡Muerto le ha Vellido Dolfos; gran traición ha cometido!
Desque le tuviera muerto, metióse por un postigo,
por las calle de Zamora va dando voces y gritos:
-¡Tiempo era, doña Urraca, de cumplir lo prometido!
martes, 7 de septiembre de 2010
Más Romancero zamorano...
Ayuntamiento nuevo
ROMANCE XII DE DOÑA URRACA, CERCADA EN ZAMORA
¡Rey don Sancho, rey don Sancho, ya que te apuntan las barbas,
quien te las vido nacer no te las verá logradas!
Don Fernando apenas muerto, Sancho a Zamora cercaba,
de un cabo la cerca el rey, del otro el Cid la apremiaba.
Del cabo que el rey la cerca Zamora no se da nada;
del cabo que el Cid la aqueja Zamora ya se tomaba;
corren las aguas del Duero tintas en sangre cristiana.
Habló el viejo Arias Gonzalo, el ayo de doña Urraca:
-Vámonos, hija, a los moros dejad a Zamora salva,
pues vuestro hermano y el Cid tan mal os desheredaban.
Doña Urraca en tanta cuita se asomaba a la muralla,
y desde una torre mocha el campo del Cid miraba.
¡Rey don Sancho, rey don Sancho, ya que te apuntan las barbas,
quien te las vido nacer no te las verá logradas!
Don Fernando apenas muerto, Sancho a Zamora cercaba,
de un cabo la cerca el rey, del otro el Cid la apremiaba.
Del cabo que el rey la cerca Zamora no se da nada;
del cabo que el Cid la aqueja Zamora ya se tomaba;
corren las aguas del Duero tintas en sangre cristiana.
Habló el viejo Arias Gonzalo, el ayo de doña Urraca:
-Vámonos, hija, a los moros dejad a Zamora salva,
pues vuestro hermano y el Cid tan mal os desheredaban.
Doña Urraca en tanta cuita se asomaba a la muralla,
y desde una torre mocha el campo del Cid miraba.
lunes, 6 de septiembre de 2010
Más Romancero zamorano...
Puente de piedra
ROMANCE DE FERNÁN D'ARIAS
Por aquel postigo viejo que nunca fuera cerrado,
vi venir pendón bermejo con trescientos de caballo;
en medio de los trescientos viene un monumento armado,
y dentro del monumento viene un ataúd de palo,
y dentro del ataúd venía un cuerpo finado.
Fernán d'Arias ha por nombre, hijo de Arias Gonzalo.
Llorábanle cien doncellas, todas ciento hijasdalgo;
todas eran sus parientas en tercero y cuarto grado;
las unas le dicen primo, otras lo llaman hermano,
las otras decían tío, otras lo llaman cuñado.
Sobre todas lo lloraba aquesa Urraca Hernando,
¡y cuán bien que la consuela ese viejo Arias Gonzalo!
-¿Por qué lloráis, mis doncellas? ¿por qué hacéis tan grande llanto?
No lloréis así, señoras, que no es para llorarlo,
que si un hijo me han muerto, ahí me quedaban cuatro.
No murió por las tabernas, ni a las tablas jugando,
mas murió sobre Zamora, vuestra honra resguardando;
murió como un caballero con sus armas peleando.
Por aquel postigo viejo que nunca fuera cerrado,
vi venir pendón bermejo con trescientos de caballo;
en medio de los trescientos viene un monumento armado,
y dentro del monumento viene un ataúd de palo,
y dentro del ataúd venía un cuerpo finado.
Fernán d'Arias ha por nombre, hijo de Arias Gonzalo.
Llorábanle cien doncellas, todas ciento hijasdalgo;
todas eran sus parientas en tercero y cuarto grado;
las unas le dicen primo, otras lo llaman hermano,
las otras decían tío, otras lo llaman cuñado.
Sobre todas lo lloraba aquesa Urraca Hernando,
¡y cuán bien que la consuela ese viejo Arias Gonzalo!
-¿Por qué lloráis, mis doncellas? ¿por qué hacéis tan grande llanto?
No lloréis así, señoras, que no es para llorarlo,
que si un hijo me han muerto, ahí me quedaban cuatro.
No murió por las tabernas, ni a las tablas jugando,
mas murió sobre Zamora, vuestra honra resguardando;
murió como un caballero con sus armas peleando.
viernes, 3 de septiembre de 2010
jueves, 2 de septiembre de 2010
Para pensar un poco...
PALABRAS PARA UNA BUENA VIDA
"Goza este dia porque es la vida.
La misma vida de la vida.
En su breve curso estarán todas
las realidades y verdades de la existencia:
la dicha del crecimiento, el esplendor de la creación,
la gloria del poder.
Porque ayer es sólo un sueño y mañana sólo una visión.
Pero el hoy, bien vivido, hace del ayer un sueño de felicidad
y de cada mañana, una visión de esperanza."
PARAMAHANSA YOGANANDA
"Goza este dia porque es la vida.
La misma vida de la vida.
En su breve curso estarán todas
las realidades y verdades de la existencia:
la dicha del crecimiento, el esplendor de la creación,
la gloria del poder.
Porque ayer es sólo un sueño y mañana sólo una visión.
Pero el hoy, bien vivido, hace del ayer un sueño de felicidad
y de cada mañana, una visión de esperanza."
PARAMAHANSA YOGANANDA
miércoles, 1 de septiembre de 2010
Más sobre Zamora...
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